| El término  ecodiseño o ecodiseñador ya se encuentra totalmente inmerso en nuestro  diccionario. Metales, cartones, plásticos y maderas son los elementos básicos  que estos artistas necesitan, no sólo para crear sus bellas obras, sino  para aportar ese grano de arena que evita tirar más residuos a los vertederos.
 En  realidad todo esto no es tan novedoso, en épocas de crisis siempre ha sido un  arte el aprovecharlo todo, reutilizarlo o remendarlo, pero aquí nos centraremos  en el aspecto artístico, combinando además la protección medioambiental y el ahorro de energía. Con el ecodiseño o “diseño verde” además evitamos muchos  procesos de recuperación o creación de materias primas que generan grandes cantidades  de CO2 en su proceso y, por lo tanto, degradación del planeta (con 20 botellas  de pvc podemos fabricar una silla de plástico).
 
                 En el ámbito de la construcción debemos reseñar al arquitecto del reciclaje por  excelencia  Justo Gallego, cuya catedral construida en Mejorada del  Campo es digna de admiración. Construida a base de restos de otras obras y  elementos que fácilmente podemos encontrar en una chatarrería la obra de Justo  es un ejemplo a seguir.
 
  Otro artista  es Javier Gómez, cristalero de profesión, encontró en los  recortes de vidrio de los clientes una materia prima ideal para empezar a crear  sus bellas obras repartidas ya por todo el mundo, con sede en el Castillo de  San José de Valderas (Alcorcón, Madrid). 
 Con nombre propio destaca el artista Rafael Ebrero, dedicado a recuperar todo  tipo de piezas usadas de coches y motos para crear originales obras artísticas  útiles. Con esta forma de crear arte además contribuye a quitar del desguace  mucho material contaminante. En su taller encontramos mesitas de noche  elaboradas con discos de freno de automóvil, lámparas creadas con guardabarros  o relojes diseñados a partir de tapacubos usados. Su logro es conseguir tres  premisas: reutilizar, evitar perjudicar el medio ambiente y crear objetos  útiles llenos de diseño.
 
 Francois Royer es un diseñador que utiliza principalmente barriles  metálicos usados para realizar sus obras catalogadas como neomodernistas.
 
 La asociación DRAP-ART promueve el reciclaje creativo y participativo. Su  objetivo es potenciar el reciclaje como recurso de transformación en el arte. Las  tres R del reciclaje son su máxima ya que la revalorización de las cosas pasan  por uno de estos tres procesos: reciclaje, reutilización o recuperación. Esta  asociación apoya a todos los artistas que se sientan atraídos por esta forma  ecológica de crear sus obras. 
 Otro ejemplo nos viene de la mano de ECOART, empresa creada con el fin de  sensibilizar medioambientalmente a la sociedad  mediante el reciclaje hecho arte. Esta enseña  ha decorado grandes empresas a base de residuos o elementos destinados a  finalizar en los grandes contenedores.
                 La empresa ECOMAGINA realiza una labor doblemente comprometida fabricando  juguetes con material reciclado. Asesorados por educadores especializados en  actividades infantiles y juveniles, crean juguetes con desperdicios y enseñan a  los niños cómo construirlos con residuos que ellos mismos generan.
 GLOBAL IDEA realiza talleres en los que se trabajan las posibilidades de los  residuos en su reincorporación como objetos de arte. A través de espectáculos  relacionados con el medio ambiente se conciencia a los más pequeños sobre el  reciclaje.
 
 Para finalizar hablamos de dos diseñadores que crearon VAHO, una enseña  encargada de fabricar bolsos y otros objetos reciclando las lonas de las  banderolas publicitarias de PVC y poliester que anuncian eventos. Son  mundialmente conocidos y sus diseños son exclusivos. Investigan con otros  productos y apuestan siempre por el reciclaje.
  ENLACES RECOMENDADOS
 
 
  Drap-Art 
  Ecoart 
  Ecomagina 
  Global Idea 
  Vaho 
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