La sostenibilidad se ha convertido en uno de los valores del mundo contemporáneo. La sociedad ha adquirido conciencia de lo importante que es cuidar el entorno y, por tanto, cada vez se valoran más las acciones enfocadas en ese objetivo.
Por supuesto, esto se traduce en decisiones en el ámbito empresarial. Y no se trata de realizar grandes inversiones o cambios estructurales de importancia. La simple implementación de bolsas reutilizables personalizadas o la reducción paulatina de residuos es un primer paso más que suficiente para generar cambios en el entorno.

Precisamente estas pequeñas medidas son las que abordan día a día compañías de todos tipos y tamaños por un motivo adicional: son cambios visibles, que tienen un efecto inmediato sobre el público objetivo y mejoran la imagen de marca.
Aunque el objetivo real sea ayudar al planeta, no está de más que esta medida también sea un impulso para que los consumidores opten por elegir una empresa sobre otra a la hora de hacer sus compras.
El uso de las bolsas reutilizables: un hábito implantado
El uso de las bolsas reutilizables ha estado siempre presente en las familias españolas. No era raro que las madres y los padres de los años 90 y 2000 llevaran en su bolso, en su mochila o en el coche bolsas de tela o de otros materiales para evitar el gasto innecesario de plástico.
Esto se hizo todavía más común una vez que nacieron las leyes enfocadas a la reducción del plástico. Ocurrió en 2018 y, desde entonces, las bolsas reutilizables se han implantado tanto en los negocios como en las casas.
De esta manera, han ido apareciendo en el mercado distintos modelos de bolsas, desde las clásicas de papel hasta las bolsas doypack, con cierre hermético y diseñadas para la conservación de alimentos.
Las bolsas reutilizables como herramienta de marketing
¿Cómo puede beneficiar el uso de las bolsas de plástico al marketing de las empresas? Este beneficio se produce a través de una doble vía.
Por un lado, se da una mejora evidente de la imagen de la empresa. Esto demuestra su responsabilidad social corporativa y su concienciación con el medio ambiente.
En un momento en el que los usuarios están cada vez más preocupados por dónde gastar su dinero, este tipo de acciones impulsan mucho a la compra.
Por otro lado, las bolsas reutilizables están pensadas para que tengan muchos usos. Además, estos usos se dan fuera del contexto de la compra: se puede recurrir a ellas para llevar otros productos, cargar la comida hacia el trabajo o guardar otros alimentos.
Las empresas pueden aprovechar esas segundas vidas de las bolsas para imprimir en ellas el logo o el lema de su empresa. De esta manera, se produce una publicidad pasiva que tiene muy interesantes efectos en la mejora de percepción de la marca.
El hecho de que los clientes usen cada vez más bolsas reutilizables como primera opción hace que dar este paso hacia la integración de este producto en el negocio sea clave para el éxito del mismo: un pequeñísimo cambio que puede marcar la diferencia para siempre.
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